El deporte mejora el cerebro y el coeficiente intelectual

La práctica deportiva contribuye al desarrollo del cerebro y al aumento del coeficiente intelectual. Más que una actividad divertida, el deporte alimenta al cerebro, al cuerpo y la vida de los niños.

Practicar deporte incide en el desarrollo y el sano crecimiento de los niños, además les brinda la capacidad de organizar, planificar y relacionarse con otros a través del lenguaje y de sus habilidades. Sin embargo, no son los únicos beneficios que se obtienen del deporte. Durante la infancia, la actividad deportiva protagoniza un importante papel en el desarrollo cerebral y en el aumento del coeficiente intelectual de los niños.

El deporte como una actividad fundamental para el desarrollo y el aprendizaje de los más pequeños permite potenciar su imaginación, explorando el mundo que les rodea, expresarse y manifestarse a través de su lenguaje corporal y oral. El aprendizaje se estimula a través de actividades deportivas divertidas, permitiéndoles adquirir nuevos vínculos afectivos que les generan seguridades y estabilidad.

A todos los padres nos preocupa todo lo que tenga relación con el crecimiento y desarrollo de nuestros hijos, aún más si se trata de su desarrollo intelectual. Las personas inteligentes son, en su mayoría, quienes tienen más éxito en la vida. Ya sabemos que en el éxito intervienen además diversos factores, pero la inteligencia es uno de los más importantes para llegar a él.

Al practicar deporte, el cerebro de los niños activa toda una estructura bioquímica. Estudios científicos han demostrado que mientras un niño practica deporte aumenta la liberación de un neurotransmisor llamado serotonina. Ella actúa regulando el estado de ánimo y el sueño, y tiene un papel importante en el proceso digestivo y en la temperatura del cuerpo. La práctica deportiva también incrementa la producción de endorfinas, quienes actúan reduciendo el dolor, promueven un estado de felicidad y bienestar, y elevan algunas funciones del sistema inmune. También, al practicar deporte, se estimula la segregación de un neurotransmisor llamado acetilcolina, involucrado en el funcionamiento motriz del cuerpo, en la capacidad de concentración y el pensamiento lógico. Además, produce un aumento en la segregación de la dopamina, que influye directamente en el proceso de aprendizaje y la creatividad.

El deporte y las actividades deportivas son ejercicios ideales para desarrollar habilidades motoras. No solo se consigue activar el metabolismo en el organismo, sino también una cadena de actividades químicas en nuestro cerebro.

Veamos algunas de las relaciones positivas, científicamente probadas, entre la práctica del deporte y el desarrollo físico, cerebral e intelectual de los niños:

Mejora del rendimiento académico

Numerosos estudios han encontrado una relación positiva entre la actividad física y el rendimiento académico. La práctica regular de deporte ayuda a mejorar la concentración, la memoria y la capacidad de aprendizaje, lo que se traduce en un mejor desempeño escolar.

Estimulación cognitiva

La práctica deportiva requiere la ejecución de habilidades cognitivas como la planificación, la toma de decisiones rápidas y la resolución de problemas. Estos desafíos cognitivos constantes promueven el desarrollo de habilidades mentales y la plasticidad cerebral en los niños.

Desarrollo de habilidades motoras

La participación en actividades deportivas mejora las habilidades motoras y la coordinación motora fina y gruesa de los niños. Estas habilidades motoras están relacionadas con el desarrollo de habilidades cognitivas más complejas, como la lectura, la escritura y las habilidades matemáticas.

Estimulación de la creatividad

Practicar diferentes deportes también puede fomentar la creatividad en los niños. Al enfrentarse a diferentes situaciones y desafíos durante la actividad física. Los niños desarrollan habilidades para encontrar soluciones creativas, pensar de forma innovadora y adaptarse a nuevas circunstancias.

Mejora del funcionamiento ejecutivo

El funcionamiento ejecutivo es un conjunto de habilidades cognitivas que incluye la autorregulación, la flexibilidad cognitiva y el control inhibitorio. La práctica del deporte requiere que los niños planifiquen, tomen decisiones, se autocontrolen y se adapten a diferentes situaciones, lo que ayuda a fortalecer y mejorar estas habilidades ejecutivas.

Reducción del estrés y la ansiedad

El ejercicio físico y la práctica deportiva pueden reducir los niveles de estrés y ansiedad en los niños. Esto se debe a la liberación de endorfinas, conocidas como las «hormonas de la felicidad», que tienen efectos positivos en el estado de ánimo y la salud mental.

Promoción de la socialización y la autoestima

Participar en actividades deportivas brinda a los niños la oportunidad de interactuar con sus compañeros, aprender habilidades sociales, trabajar en equipo y desarrollar relaciones positivas. Además, el logro de metas deportivas y la mejora de habilidades físicas promueven una mayor autoestima y confianza en sí mismos.

Es importante destacar que los beneficios del deporte en el desarrollo cerebral de los niños se obtienen a través de una práctica regular y adecuada. La combinación de actividad física, una alimentación saludable y un buen descanso son fundamentales para un desarrollo cerebral óptimo.

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¿Qué es la neurociencia cognitiva y la neuro-plasticidad cerebral?

Partiendo de la perspectiva de que la práctica de un deporte repercute positivamente en los aspectos físico y psicológico del ser humano, el deporte se convierte en objeto de estudio de las neurociencias desde su trabajo con la psicología, dado que el deporte se desarrollará a partir de las habilidades biológicas constitutivas y a su vez, impactará en la madurez y destreza de estas habilidades y de la capacidad cognitiva.

La neurociencia cognitiva resulta de la creciente diversificación de las neurociencias conductuales y constituye un ejemplo de la fructífera colaboración entre neurobiólogos y psico-biólogos.

Lo específico de la neurociencia cognitiva es el estudio de la cognición humana mediante técnicas no invasivas, y uno de sus objetos de estudio es la cognición, la cual hace referencia a la capacidad para procesar información, se relaciona con aprendizaje y conocimiento.

El deporte mejora el cerebro y el coeficiente intelectual

En términos generales, se entiende como el proceso de integración, transformación, codificación, almacenamiento y respuesta de los estímulos sensoriales.

Todos estos elementos se ponen en marcha mientras se practica deporte, es decir, practicando deporte se integra información y se toman decisiones que generan cambios y aprendizajes. La neuroplasticidad es un proceso que representa la capacidad del sistema nervioso de cambiar su reactividad como resultado de activaciones sucesivas. También es definida como toda respuesta cerebral que se origina frente a cambios internos o externos.

La neuroplasticidad representa uno de los fundamentos que soporta procesos de gran complejidad, como lo son las funciones cognitivas superiores. Al respecto, se ha explicado que a pesar de que existen áreas encargadas de funciones específicas, ningún cerebro es idéntico. Todos y cada uno de los seres humanos tenemos estructuras diferentes, conexiones neuronales que responden a la herencia genética y a las experiencias individuales y únicas que se han vivido.

Cada experiencia de aprendizaje genera en el cerebro una modificación en su estructura. Aquí reside el éxito evolutivo del ser humano, porque a diferencia de la opinión que se tenía del aprendizaje en el siglo XIX (según la cual el adulto era incapaz de aprender), se ha llegado a la conclusión (y se continúa investigando) de que el ser humano aprende constantemente, de acuerdo con los límites de la edad.

El cerebro conserva su capacidad plástica sináptica de reconexión durante toda la vida, por lo tanto, el deporte resulta en una experiencia de aprendizaje enriquecedora para el funcionamiento cerebral a lo largo del ciclo vital.

¿Qué consecuencias tiene para el cerebro practicar deportes?

Lo anterior conduce a querer comprender cómo la actividad deportiva puede llegar a convertirse en una excelente herramienta no invasiva de estimulación y entrenamiento cognitivo, ya que practicar deporte es la oportunidad de facilitar la plasticidad cerebral, es decir, el deporte al hacerse de manera repetitiva estimula la forma en cómo se interconectan las neuronas en el cerebro; y la modificación a nivel estructural del mismo.

Las últimas hipótesis en el campo de las neurociencias apuntan a que la estimulación continua por medio de actividades físicas y deportivas facilita establecer conexiones neuronales con la idea de entrenar el cerebro y no perder su plasticidad.

Además, si tomamos en cuenta que el cerebro se modifica durante toda la vida y no solo en la infancia, es importante resaltar la necesidad de fomentar la actividad deportiva no solo en los niños, sino también en la población de adolescentes, adultos y ancianos.

A partir de distintas investigaciones, se ha llegado a la conclusión de que los juegos aplicados utilizando estrategias de terapias de comportamiento en las que se tiene como guía intentar potenciar conexiones neuronales, pueden ser un recurso benéfico para aumentar la plasticidad cerebral y/o para mejorar algún tipo de condición neurológica.

Otros estudios subrayan la importancia de aportar experiencias novedosas que favorecen la activación neuronal, la necesidad para mantener la atención y de una retroalimentación positiva, que facilita un aprendizaje eficaz.

El deporte mejora el cerebro y el coeficiente intelectual

El reto, las recompensas y el afán de superación, son componentes que persigue el cerebro, pues permiten la activación neuronal favoreciendo un contexto de aprendizaje. Cuando algo representa un reto, despierta nuestra curiosidad y emociona, lo cual mejora los procesos de atención necesarios que posibilitan el aprendizaje.

Este es el tipo de experiencia ‘positiva’ que al cerebro le gusta replicar constantemente en su permanente búsqueda de experiencias satisfactorias.

Solo se puede aprender lo que se ama, solo a través de la emoción y el disfrute podemos aprender, o lo que es lo mismo, solo la emoción y el disfrute nos permiten aprender.

Como padres, vuestro apoyo es fundamental para que el deporte entre en la vida de vuestros hijos, y que lo haga para quedarse.

Qué es el coeficiente intelectual

Hemos oído hablar del coeficiente intelectual muchas veces, pero ¿sabemos lo que es?

El cociente o coeficiente intelectual es la cifra con la que medimos la inteligencia. Para calcular el coeficiente intelectual (IQ o CI), se realizan pruebas midiendo la edad mental y la edad cronológica de la persona. Se incluyen problemas matemáticos, de lenguaje, lógicos, entre otros tantos tipos, y los resultados se comparan tomando de referencia a los obtenidos de una población determinada.

Con este número podemos comparar de acuerdo a una edad determinada, si el coeficiente intelectual se encuentra entre los valores estándar, si es sobresaliente o si se ubica por debajo del promedio.

¿Cómo calcular el coeficiente intelectual?

Existen diferentes pruebas para calcular el coeficiente intelectual, se utiliza comúnmente la escala Wechsler. Para el caso de los adultos se utiliza WAIS (Wechsler Adult Intelligence Scale) y para los niños WISC (Wechsler Intelligence Scale for Children).

Para realizar la prueba en los niños se divide en 4 ejercicios por tipo:

  • De comprensión verbal
  • De razonamiento y percepción
  • De velocidad operativa
  • Velocidad de procesamiento

 

La prueba WAIS es similar a la WISC, solo que para los adultos se añaden otras con información complementaria para un análisis posterior.

En cualquiera de las pruebas de Wechsler se utiliza como base de la escala el coeficiente intelectual (CI) de 100 puntos. Tenemos entonces que el rango comprendido entre los 90 y los 109 puntos, se considera una puntuación estándar para la valoración.

  • CI mayor a 170 puntos: Individuo con alta capacidad intelectual
  • CI mayor a 130 puntos: Nivel de inteligencia muy superior
  • CI entre 120 y 129 puntos: Inteligencia superior al promedio
  • CI entre 110 y 119 puntos: Promedio alto, dentro de lo normal
  • CI entre 90 y 109 puntos: Normal
  • CI entre 80 y 89 puntos: Bajo, dentro del promedio normal
  • CI entre 70 y 79 puntos: Inteligencia limitada
  • CI menor a 70 puntos: Muy bajo rendimiento
No hay diferentes rangos o promedios para medir el coeficiente intelectual por edad, el test y el resultado deben adaptarse. Los resultados en promedio se calculan en relación al resto de personas de la misma edad. No puede compararse un CI de un niño de 10 años con el CI de un adulto de 48 años de edad.

Aumentar el coeficiente intelectual

El coeficiente intelectual (CI) es un número que expresa el nivel de inteligencia de un individuo. Las pruebas evalúan sus cinco capacidades básicas de concentración, razonamiento, coordinación visual y de espacio, la memoria y la comprensión verbal.

Cuando se busca aumentar el coeficiente intelectual o mejorar resultados del test, se deben entrenar estas 5 capacidades. Al entrenar el cerebro con actividades saludables y costumbres que ejerciten la mente, podemos también aportar otros beneficios para nuestra vida.

Se creía que la inteligencia era una capacidad innata en los humanos, que sólo era posible llegar a los máximos niveles de inteligencia que naturalmente habíamos heredado con el nacimiento. Aunque es posible que la genética tenga mucho que ver, las habilidades pueden entrenarse. La lectura o el aprender un nuevo idioma, por ejemplo, ejercitan el cerebro haciéndolo más flexible, aportándole herramientas que sirven para elaborar otros pensamientos.

En la actualidad, los estudios también han demostrado que el hábito del ejercicio físico aporta importantes beneficios al cuerpo y al intelecto.

¿Cómo influye el deporte en el desarrollo intelectual?

El deporte no solo tiene un impacto positivo en el desarrollo físico y saludable de las personas, sino que también desempeña un papel fundamental en el desarrollo intelectual. A medida que los individuos participan en actividades deportivas, se producen una serie de beneficios cognitivos y mentales que contribuyen a un mayor desarrollo intelectual.

En primer lugar, el deporte promueve una mejora en la función cognitiva y la capacidad de aprendizaje. Durante la práctica deportiva, se estimula la circulación sanguínea en el cerebro, lo que aumenta el flujo de oxígeno y nutrientes a las células cerebrales. Esto fortalece las conexiones neuronales y mejora la capacidad de procesamiento de información, la memoria y la concentración. Además, el deporte requiere un nivel de planificación estratégica y toma de decisiones rápidas, lo que implica el desarrollo de habilidades cognitivas superiores.

Otro aspecto relevante es el efecto positivo del deporte en el estado de ánimo y el bienestar emocional. La práctica deportiva estimula la liberación de endorfinas, neurotransmisores asociados con la sensación de felicidad y bienestar. Esto ayuda a reducir el estrés, la ansiedad y la depresión, creando un entorno propicio para el aprendizaje y el desarrollo intelectual. Además, el deporte fomenta la disciplina, la perseverancia y la autoestima, cualidades que son fundamentales para enfrentar desafíos intelectuales y alcanzar metas académicas.

El deporte también promueve habilidades sociales y de trabajo en equipo, lo cual tiene un impacto directo en el desarrollo intelectual. Al participar en actividades deportivas, los individuos aprenden a comunicarse, colaborar y resolver problemas en grupo. Estas habilidades sociales fortalecen la capacidad de relacionarse con los demás, mejorar la empatía y desarrollar un pensamiento crítico.

El deporte mejora el cerebro y el coeficiente intelectual

Además, el deporte fomenta valores como el respeto, la responsabilidad y el liderazgo, que son fundamentales en el ámbito académico y profesional.

Por último, el deporte estimula la creatividad y la imaginación. Durante la práctica deportiva, los individuos experimentan diferentes escenarios, desafíos y estrategias. Esto estimula la mente a encontrar soluciones innovadoras y desarrollar habilidades creativas. Además, el deporte brinda oportunidades para explorar nuevos enfoques, superar obstáculos y encontrar formas originales de abordar situaciones complejas.

En resumen, el deporte tiene un impacto significativo en el desarrollo intelectual. A través de la mejora de la función cognitiva, el fomento del bienestar emocional, el desarrollo de habilidades sociales y de trabajo en equipo, y la estimulación de la creatividad, el deporte potencia el desarrollo intelectual en diversas áreas.

Es fundamental promover la participación en actividades deportivas desde edades tempranas, tanto en el ámbito educativo como en la vida cotidiana, para aprovechar al máximo los beneficios que el deporte puede ofrecer en el desarrollo intelectual de las personas.

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¿Por qué es importante que los niños practiquen deportes?

Es importante que los niños practiquen deportes por diversas razones. En primer lugar, el deporte promueve un estilo de vida activo y saludable desde edades tempranas. Participar en actividades deportivas ayuda a los niños a mantenerse físicamente activos, a desarrollar habilidades motoras y a adquirir buenos hábitos de ejercicio, lo que contribuye a prevenir enfermedades relacionadas con el sedentarismo y a promover un crecimiento y desarrollo saludables.

Además, el deporte fomenta el desarrollo integral de los niños. A través de la participación en actividades deportivas, los niños tienen la oportunidad de adquirir y desarrollar habilidades sociales, como la comunicación, el trabajo en equipo, el respeto y la cooperación. También aprenden a lidiar con la competencia de manera saludable, a aceptar la derrota con deportividad y a celebrar los logros de otros, lo que contribuye a su crecimiento emocional y social.

El deporte mejora el cerebro y el coeficiente intelectual

El deporte también tiene un impacto positivo en el desarrollo cognitivo de los niños. Participar en actividades deportivas estimula el cerebro, mejora la concentración, la memoria y las habilidades de resolución de problemas. Además, el deporte promueve la disciplina, la perseverancia y el establecimiento de metas, lo que ayuda a los niños a desarrollar habilidades de planificación, organización y autodisciplina, que son fundamentales para el éxito académico y personal.

La práctica deportiva en la infancia es importante porque promueve un estilo de vida saludable, fomenta el desarrollo social y emocional, y contribuye al desarrollo cognitivo de los niños. Además, el deporte les brinda la oportunidad de divertirse, hacer amigos, adquirir habilidades importantes y aprender lecciones valiosas que los acompañarán a lo largo de su vida.

Efectos de practicar deporte en la estructura y funcionamiento del cerebro

La práctica deportiva conduce a diversos cambios directos e indirectos sobre la estructura y la función cerebral. Los estudios científicos acerca de estas variaciones demuestran cambios a nivel celular con el incremento de la conectividad neuronal (como ya hemos mencionado), pero también se aprecian cambios en la conducta y respuesta cerebral durante el desarrollo de otras habilidades ajenas al deporte.

El deporte no solo tiene un impacto positivo en el cuerpo, sino también en el cerebro. Cuando los niños participan en actividades deportivas, se producen cambios en el cerebro que promueven la conectividad entre las neuronas. Esto significa que las diferentes regiones del cerebro se comunican y trabajan juntas de manera más eficiente.

Además de los cambios a nivel celular, el deporte también tiene efectos en la conducta y la respuesta cerebral. Los niños que practican deportes regularmente desarrollan habilidades específicas relacionadas con el deporte en cuestión, como la coordinación, la velocidad, la resistencia y la concentración. Estas habilidades se reflejan en la forma en que el cerebro responde a estímulos y desafíos deportivos.

En resumen, la práctica deportiva tiene un impacto significativo en el cerebro de los niños. No solo promueve la conectividad neuronal, sino que también influye en la conducta y respuesta cerebral. Al participar en deportes, los niños desarrollan habilidades deportivas específicas y mejoran su capacidad para enfrentar desafíos y adquirir nuevas destrezas.

El deporte es una actividad muy valiosa para el desarrollo integral de los niños.

Existen muchos campamentos de deportes y es importante saber elegir el adecuado para tus hijos, te ofrecemos este interesante artículo sobre las Cinco claves a tener en cuenta a la hora de elegir el mejor campamento de fútbol para tu hijo.

El deporte influye sobre el pensamiento y la memoria

En cuanto al desarrollo cognitivo, es evidente que practicar un deporte obliga al cerebro a generar un proceso comunicativo, el cual le permite distinguir diferentes tipos de mensajes cargados con distintos tipos de información. Por lo tanto, se trata de una comunicación donde no solo se transmite información, sino que implícitamente hay procesos de transformación, como resultado de la construcción de un conocimiento deportivo.

El pensamiento ha sido descrito en la psicología como un proceso que ocurre en la instancia interna de la mente, como un mecanismo neuronal que permite llevar a cabo la capacidad de planear y dirigir en forma oculta una conducta deportiva posterior, lo que previene errores o permite postergar las acciones para hacer posibles adaptaciones mejores en duración y efectividad.

También se define al pensamiento como un modo de relacionarnos con objetos y situaciones que no hemos tenido en el momento actual o no producen ningún efecto sobre los objetos.

En este sentido, el pensamiento se puede describir como una forma no observable de lenguaje, un habla interiorizada que incluye cualidades presentes durante la actividad deportiva, es decir:

«Practicar deporte representa pensar»

La práctica deportiva se puede entender como una actividad de representación de nivel cognitivo que ayuda a desarrollar la habilidad de conservar parte de su entorno, aun cuando el individuo no lo conozca.

El deporte mejora el cerebro y el coeficiente intelectual

Practicando deporte también se estimula la memoria, entendida como un proceso que sirve para almacenar información codificada. Esta información puede ser recuperada, unas veces de forma voluntaria y consciente, y otras de manera involuntaria.

Practicando cualquier deporte se pone en marcha el proceso cognitivo de la memoria, debido a que es un proceso en el que se necesita codificar la información, de modo que pueda formar alguna clase de representación mental y una vez hecho esto, se almacena esa información durante un cierto período de tiempo (corto o mediano plazo), que luego, en una ocasión posterior se recupera, posibilitando recordar la forma en la que se lleva a cabo la actividad deportiva.

La memoria es la habilidad que permite almacenar el conocimiento que se tiene sobre algo y las interpretaciones que se hacen de ello.

El deporte como una herramienta útil para mejorar el intelecto

El deporte se convierte en una herramienta muy útil para mejorar las destrezas intelectuales, optimizar los procesos de aprendizaje e incluso, facilitar la ejecución de tareas cotidianas. Al tomar una decisión y analizar la forma en cómo vamos mejorando en estas destrezas, potencializamos la habilidad intelectual. Se produce un tipo de aprendizaje llamado por refuerzo, que logramos obtener a través de la observación de las consecuencias de nuestras propias acciones deportivas.

Por todo lo anterior, las personas y los profesionales relacionados con los temas del desarrollo humano y aprendizaje, debemos ser conscientes de la utilidad del deporte en el desarrollo de las habilidades cognitivas y en su valioso papel para facilitar la plasticidad cerebral.

El deporte resulta ser una herramienta idónea para potenciar la capacidad de pensar, sentir y actuar. La estimulación en una función cognitiva mejora otras funciones, es decir, facilita el desarrollo a niveles más complejos de una habilidad. La interconexión entre diferentes áreas cerebrales favorecerá el desarrollo de otras áreas, incluso de aquellas que no están consolidadas.

La inteligencia puede definirse como la capacidad de adaptarse al medio y resolver correctamente los problemas que nos encontramos. Es una habilidad mental implicada en el razonamiento, en el aprendizaje y en la percepción de relaciones entre las cosas.

La inteligencia es una garantía de supervivencia. Los seres humanos nos habríamos extinguido de no haber sido por nuestra inteligencia deportiva.

¿Cómo aumentar el coeficiente intelectual de un niño?

Como padres siempre queremos lo mejor para nuestros hijos y que expriman al máximo su potencial, que obtengan buenas notas, destaquen en alguna actividad extraescolar, que sean los más listos y que sean felices.

Sin embargo, muchas veces estas exigencias nos llevan más a nosotros los padres por el camino de la incertidumbre y el miedo, que a ellos. Al fin y al cabo, ellos son niños, y lo único que les interesa es jugar, reírse y disfrutar de todas las posibilidades que les ofrece la infancia.

Por este motivo, vamos a darte las herramientas que pueden ayudar a tu pequeño a aumentar su coeficiente intelectual, de modo que disfruten tanto ellos como tú mismo.

Consejos para aumentar el índice del coeficiente intelectual de tu hijo y mejorar su capacidad de razonamiento

Desde los ejercicios más ligeros o simples como una caminata, pueden lograr un impacto positivo para la función del cerebro y aumentar el nivel del CI.

Esta relación entre el aumento de coeficiente intelectual y la actividad física podría parecer difícil de entender en primera instancia, por esto lo hemos resumido. Al aumentar el suministro de sangre a nuestro cerebro por la práctica de actividad física, le proporcionamos energía. Sumado a esto, contribuye a liberar las hormonas del crecimiento, le ayuda a absorber más nutrientes y aumentamos la cantidad de oxígeno. Con todo esto, mejoramos la capacidad de concentración, ayudando la memoria y el razonamiento.

Incrementar sus experiencias les ayudará a desarrollar la confianza que necesitan para afrontar cualquier reto. Psicólogos afirman que la rutina y lo que ya es familiar para ellos, les produce comodidad, pero necesitan más que eso para probar cosas nuevas y atreverse.

También es importante para ellos celebrar cada logro que conlleva esfuerzos, y como padres debemos procurar aplaudir su proceso de aprendizaje independientemente del resultado. Los niños reaccionan a esos estímulos con lo que ven de sus padres, por lo que debemos promover las actitudes positivas que demuestren su voluntad para aprender.

Los niños necesitan mantenerse motivados y cuando su CI es alto, necesitan una mayor cantidad de estímulos y novedades.

Campamentos de teatro, de hípica o de deportes acuáticos pueden ser opciones muy interesantes para niños con un CI alto. Las escuelas y campamentos de hípica son un buen ejemplo a tener en consideración.

¿Cómo saber si un niño es superdotado?

  • Tiene una excelente memoria.
  • Aprende a leer y escribir desde una edad temprana.
  • Le gusta tener el control en diversas situaciones.
  • Posee habilidades musicales naturales.
  • Hace preguntas acerca de todo lo que le rodea y de manera constante.
  • Demuestra conocimiento especializado en temas específicos.
  • Tiene pasatiempos poco comunes para su edad.
  • Posee gran imaginación.
  • Su sentido del humor se muestra desarrollado.
  • Impone nuevas reglas adicionales para cualquier juego.
  • Se maneja muy bien en temas o eventos de interés mundial.

Ser más inteligente: estimulación intelectual para los niños

Tal vez como padres nos hemos hecho esta pregunta alguna vez: ¿Puedo ayudar a que mi hijo sea más inteligente?

El proceso para desarrollar la parte intelectual de los niños es dinámico y siempre estará reflejado en su capacidad de aprendizaje. La educación inicial de un ser humano debe estimular la inteligencia. Aunque estas condiciones pueden ser heredadas, no se trata de basarnos en un factor genético, es más referente a la condición de vida o la calidad educativa que reciben.

Todo lo que aprendan en sus primeros años, irá paulatinamente influyendo en su crecimiento personal y educativo. Los hábitos saludables como la alimentación, el ejercicio y el descanso, también forman parte de estos procesos básicos pero fundamentales para potenciar esa inteligencia infantil.

Experiencias nuevas como visitar algún museo, leer un libro, disfrutar de la naturaleza, participar en actividades recreativas o en campamentos deportivos, le permite a su hijo explorar desde otra visión y contribuye a estimular su cerebro. Cada una de estas vivencias le ayudará a despertar su curiosidad y a ampliar sus habilidades, que mantendrán una estimulación intelectual.

10 acciones para ayudar a ejercitar la inteligencia de tu hijo

Hay actividades específicas que pueden aumentar las habilidades del cerebro y hacerlos más inteligentes.

  • La estimulación de los sentidos

Desde pequeños, es importante potenciar el aprendizaje estimulando todos los sentidos. Oír, probar, tocar, oler y ver diferentes cosas ejercita nuestra inteligencia, vamos utilizando la memoria para recordar las sensaciones que nos transmiten y nos generan.

Escuchar música, trabajar con las manos arcilla o plastilina, pintar y recortar son actividades ideales para estimular la inteligencia temprana a través de los sentidos.

  • Aprender a solucionar problemas

Se puede desarrollar la inteligencia cuando ejercitamos nuestro cerebro pensando en soluciones para algún problema. Esta práctica hace mejorar la intuición y activa la creatividad para tomar decisiones acertadas.

Esto también forma parte de la inteligencia emocional que contribuye a que los niños se desenvuelvan en ámbitos sociales y cultiven relaciones.

  • Pon a prueba su memoria

Invítalo a que después de leer un libro te cuente la historia con sus palabras. Utiliza patrones con objetos de colores y luego cúbrelos, la intención es que él pueda recordarlos en el orden que iban. Este tipo de actividades fortalecen tanto la memoria verbal como la visual de tu hijo.

  • Sumar experiencias

Actividades como salir de paseo a un parque, ir a la playa o la montaña, es una experiencia distinta para cada niño. Muéstrale que hay simples actividades que pasamos por alto con la rutina, pero tienen un valor importante. Cada lugar es una nueva experiencia de aprender.

  • Autodisciplina

Los niños en su etapa escolar que poseen altos niveles de autodisciplina tienen mayores probabilidades de conseguir calificaciones más altas. Además, dedican más tiempo por su propia cuenta para realizar trabajos escolares.

  • Buena alimentación

Incluir alimentos saludables y nutritivos es vital para tener una buena salud. En el caso de los niños, cuando carecen de los nutrientes y vitaminas adecuadas, son más propensos a enfermarse y debilitar el desarrollo del cerebro.

  • Un buen descanso

El sueño tiene relación con el incremento del coeficiente intelectual y el desarrollo cerebral. Es importante crear hábitos, seguir una rutina que los lleve a la cama en la hora apropiada para dormir.

  • Creer en él

Para aumentar su autoestima y ayudar a desarrollar su cerebro, los niños necesitan sentirse apoyados y seguros. No creer en ellos interfiere en su progreso y obstruye la posibilidad de alcanzar su máximo potencial para lograr el éxito.

El deporte mejora el cerebro y el coeficiente intelectual
Cada una de las actividades enumeradas anteriormente son aplicables en diferentes momentos y situaciones, pero solo a través de la práctica del deporte es posible aplicar la mayoría de estas actividades de forma simultánea.

¿Es la primera vez que barajas la posibilidad de enviar a tus hijos a un campamento deportivo? ¿Hay factores que te preocupan? En el artículo «Preocupaciones de padres que mandan a sus hijos a un campamento» vamos a intentar disipar tus dudas a través de nuestra experiencia.

¿Por qué debemos mantener el cerebro activo?

Para evitar que los músculos del cuerpo se atrofien deben mantenerse en movimiento y actividad, lo mismo pasa con nuestro cerebro, debemos ejercitarlo para mantener y mejorar su funcionalidad. Cuando un niño lee, juega, estudia, practica un deporte, hace alguna manualidad o incluso juega videojuegos, entrena y fortalece su cerebro. Al ejercitarlo, estará ayudando a aumentar su coeficiente intelectual (IQ).

Diversos estudios de la medicina neurológica y la neurociencia han demostrado que los ejercicios físicos y mentales, contribuyen a la salud de las personas en comparación con quienes no los practican.

Cuando convertimos el ejercicio en un hábito, se disfruta más

Quienes entrenan su cerebro para mantenerse activos, cuando llegan a una edad avanzada tienen menos probabilidades de padecer problemas como la demencia u otra enfermedad mental. También son personas que se vuelven más independientes, conservan muchas cualidades con conciencia absoluta y les permite continuar con un estilo de vida del que acostumbran a llevar.

¿Qué juegos son ejercicios mentales para el cerebro?

El rompecabezas es uno de los juegos que mayores beneficios trae para la salud mental de todos. Al mismo tiempo, es una excelente forma de diversión y fomenta el desarrollo de ciertas habilidades mentales.

Según su nivel de complejidad, también será la intensidad del ejercicio como entrenamiento mental, con la estimulación cognitiva y cerebral. Al estimular un patrón neuronal de manera repetitiva, el rompecabezas ayuda a formar nuevos circuitos neuronales en nuestro cerebro.

Los juegos de mesa o las cartas, también hace que las personas con el pasar de los años, mantengan excelentes habilidades mentales. Esto es simplemente porque se divierten mientras ejercitan su cerebro.

Expertos de la salud recomiendan los juegos como el ajedrez, cartas, o resolver crucigramas y pasatiempos, para fortalecer la concentración, mejorar la observación y desarrollar habilidades verbales, nutrir el pensamiento, agilizar la memoria y su velocidad de procesamiento y respuesta.

Los deportes en general, y particularmente aquellos que implican velocidad en la toma de decisiones, o que realizan un uso complejo del cuerpo, son excelentes ejercicios mentales.

¿La actividad física ayuda a incrementar la inteligencia?

El ejercicio es estimulación para el desarrollo cognitivo y la recomendación clave es la actividad física. El estudio: «The Effects of Physical Activity and Physical Fitness on Children’s Achievement and Cognitive Outcomes: A Meta-Analysis» realizado por Sibley, E. y Etnier, J. (2003) analiza la influencia de la actividad física y la aptitud física en el rendimiento académico y los resultados cognitivos en niños.

El hecho de que los niños y jóvenes practiquen deportes, además de adquirir otros hitos físicos para su desarrollo (como control de esfínteres, respiración, etc.), potencia su capacidad en tareas motoras básicas como cortar, dibujar, expresión oral y habilidades matemáticas.

Deportes para ejercitar el cerebro

Tanto la resistencia, la fuerza y la actividad aeróbica del cuerpo, está relacionada con el tiempo de reacción y la memoria, aunque hay estudios que revelan que no cualquier actividad física genera los mismos efectos en nuestro cerebro. Las investigaciones permitieron establecer 2 categorías de deportes: abiertos y cerrados.

Los deportes abiertos se refieren a los que exigen una toma de decisión rápida, con una reacción instantánea, precisa y de velocidad. Como ejemplo de estos están el futbol, el basquetbol, esgrima, tenis y hockey, entre otros.

Los de la categoría denominada cerrados, tienen una repetición en su movimiento, un ritmo definido y estable, entre los que podemos mencionar el ciclismo, el patinaje, carreras, etc.

La mejor combinación de habilidades físicas y mentales se da en los deportes abiertos. Deportes como la natación, una actividad que demanda alta concentración, flexibilidad y movimiento, combinando el cerebro con el cuerpo.

La mayoría de las investigaciones concuerdan en algo, los beneficios de la actividad física y deportiva en el cuerpo ocurren a cualquier edad. Nunca será demasiado tarde para comenzar, y es evidente que son mayores los beneficios cuando se inicia desde una edad temprana.

El deporte mejora el cerebro y el coeficiente intelectual
Aquellos deportes en los que se requiere una respuesta rápida mejoran notablemente nuestra función cognitiva.

Nota final de Ertheo

Más que un coeficiente intelectual elevado, queremos acertar con nuestros hijos en cultivar su desarrollo físico y mental. Los grandes genios de mentes brillantes que han dejado un impacto positivo en la humanidad nacieron con un coeficiente normal, pero han ejercitado su inteligencia desde pequeños.

Así como un niño no aprendería a caminar si no se le enseñara a dar sus primeros pasos, no podría ser inteligente o feliz si no le enseñamos a pensar y conocer a través de la estimulación cerebral.

Los programas deportivos de nuestra academia le permitirán a tu hijo encontrar su pasión y trabajar en su desarrollo. Están hechos para explorar cada una de las fases de su proceso evolutivo, enfocados en experiencias que involucran la responsabilidad, la disciplina y la estrategia.

Una buena formación educativa es tan importante como la deportiva, por eso entendemos el nivel del compromiso que asumimos. Te invitamos a conocer más de nuestros programas en Ertheo, donde marcarás el inicio que impulse todo el potencial de tu hijo en su futuro.

El deporte mejora el cerebro y el coeficiente intelectual